Universidad de O’Higgins accederá a base de datos de fármacos para investigación
- La colaboración permitirá a las entidades agrupadas en la Red de Salud Digital obtener información sobre los medicamentos usados en Chile, la que será utilizada en diversos sistemas y prototipos que desarrollen académicos desde Arica a Magallanes.
La Red de Salud Digital de Universidades del Estado (RSDUE) y la compañía tecnológica Vidal Vademecum (parte de Vidal Group) firmaron un acuerdo de colaboración que permitirá a especialistas de catorce casas de estudio nacionales, distribuidas desde la Región de Arica y Parinacota hasta Magallanes, acceder gratuitamente y de forma exclusiva a la base de datos de fármacos utilizada en Chile.
La información tendrá una gran importancia para el desarrollo de prototipos de productos y servicios que están llevando adelante grupos de investigación y desarrollo que operan en esta alianza, que es apoyada por un programa de fortalecimiento de las instituciones del Ministerio de Educación. Desde la institución valoraron las oportunidades que se abren para el diseño de soluciones con fines académicos a partir de estos datos.
El propósito de la Red es avanzar en competencias en tecnologías de información en salud, preparando a las universidades locales para formar el capital humano avanzado que requiere la transformación digital del sistema sanitario. Se estima que a nivel país el déficit de profesionales y técnicos destinados a operar los nuevos sistemas podría alcanzar hasta 15 mil personas, dependiendo de su nivel de avance.
“Es un acuerdo de colaboración muy importante para el trabajo que estamos realizando, ya que Vidal Vademecum es el principal proveedor de información clínica sobre medicamentos en Chile. Esto con el fin de desarrollar los productos y servicios en la Red, y sus distintas instituciones, aportando al desarrollo de la salud digital en Chile y la formación de especialistas en nuestras universidades”, afirmó Roberto Campos, Conector de Procesos de la RSDUE.
Presente en el país desde 2012, Vidal Vademecum tiene información de los principios activos de más de 12 mil medicamentos, basada en las disposiciones de la terminología Farmacéutica Chilena (TFC). Este documento define el medicamento a partir de sus principios activos, dosis, unidad de dosis y forma farmacéutica simplificada, y fue desarrollada bajo el estándar Snomed CT.
Olivia Quiroga, directora regional de la empresa europea, y líder de su operación en Chile, comentó que el interés por participar en los desarrollos de la Red y la formación de especialistas en salud digital en las universidades locales radica en la necesidad de contar con una masa crítica mejor preparada, de manera de contribuir al cierre de brechas del ecosistema chileno, entre ellos la estandarización de los datos.
“Conocemos el proyecto de la Red y también sabemos que en Chile falta mucho por hacer en el desarrollo de capital humano en este tema. Lo que se está haciendo es generar personal de salud con conocimiento informático. Aunque en Chile la informática ha entrado muy fuerte, aún hay pocos centros de salud con esta visión. En América Latina, la entidad más conocida es el Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina, que lo viene haciendo por muchos años, pero es importante que en Chile, con su idiosincrasia propia, también pueda desarrollarlo”, dijo la representante de la empresa.
La colaboración establece compromisos mutuos: por una parte, Vidal Vademecum cederá de forma exclusiva y gratuita el acceso a sus bases de datos para el desarrollo de productos y servicios en las universidades; mientras que las casas de estudio difundirán sin costo la información indexada, promocionando en la comunidad académica el trabajo de la compañía española y su aporte a las innovaciones que se vayan generando a partir de la alianza.
El valor de los datos
Actualmente, grupos de especialistas de la Red de Salud Digital de Universidades del Estado trabajan en varias iniciativas que se están implementando como pilotos en entidades desde Arica a Magallanes, y para las cuales el acceso a los datos cedidos por Vidal Vademecum podría ser un elemento de alta relevancia.
Uno de ellos es un software para simulación clínica, que se desarrollará junto a la Universidad de Talca, y cuyo desafío es consolidarse como un gestor de casos clínicos para analizar y almacenar información que será compartida y recopilada por varias casas de estudio. La implementación piloto se realizará en las universidades de Talca, Bío Bío y Universidad de Chile.
Del mismo modo, se avanza en el inicio de un registro clínico que conectará a los centros de salud y unidades afines de todos los planteles de la Red, y que será inicialmente adoptado por las universidades Arturo Prat y de O’Higgins. El acuerdo con Vidal Vademécum tendrá un rol fundamental en esta iniciativa.
El desarrollo, cuyos potenciales beneficiarios podrían superar los cien mil estudiantes, permitirá migrar desde el uso de papel en que, hasta ahora, se gestionaban las atenciones en dichos espacios; a un repositorio digital centralizado que compartirá datos con fines sanitarios y académicos entre las entidades.
Alonso Carvajal, quien se desempeña como analista de datos de la Red y es coordinador del proyecto, explicó que los registros clínicos que actualmente funcionan en Chile evidencian importantes brechas digitales en materia de la gestión de los medicamentos. Esto implica que la información sobre prescripciones, historial médico relacionado y dispensaciones farmacéuticas se realizan usando formatos y vocabularios diversos, incluyendo términos propios de cada institución, acrónimos y hasta vocabularios terminológicos estandarizados de manera parcial, por ejemplo SNOMED CT, lo que complica la interoperabilidad de los datos.
“Claramente esto conlleva errores y afecta la homogeneización de estos en los registros. Por eso, una de las características que quisimos integrar fue que todos los profesionales que usen el registro solo puedan insertar el nombre de un medicamento con la nomenclatura predefinida de lo que hoy se comercializa en Chile, gracias a las herramientas que nos ha proporcionado Vidal Vademecum”.
La firma española dispone de bases de datos farmacológicas en varios países del mundo, entre ellos Chile. La gestión de este repositorio considera una actualización mensual que toma como referencia todo lo que se disponibiliza en las farmacias locales y también lo que se importa por parte de estamentos gubernamentales, y que luego se distribuyen en hospitales o cualquier dependencia sanitaria pública.
Carvajal agregó que lograron integrar estos datos a modo de prototipo en el registro que conectará a los centros de salud universitarios y unidades afines. Por ejemplo, en la Universidad Arturo Prat el registro estará integrado al centro que gestionan desde la Facultad de Ciencias de la Salud, que tiene seis carreras: kinesiología, enfermería, psicología, odontología, enfermería y química y farmacia. En dicho centro, las especialidades son psicología, trabajo social, nutrición, matronería y medicina general, donde además se prescriben recetas médicas.
Mientras, en la Universidad de O’Higgins, el proyecto será parte de una unidad de salud interna que es transversal a distintas escuelas, específicamente para el área de salud mental. La implementación de un repositorio digital para la atención presencial y remota de las y los estudiantes desde la Dirección de Salud Mental podría también tener beneficios al nivel de consultas en otras áreas.
El registro clínico electrónico – un documento en formato digital de los datos de salud propios de un paciente– permitirá almacenar diagnósticos, resultados de exámenes de laboratorio, condiciones médicas, su historial familiar y los antecedentes de cada prestación. Un foco importante del proyecto es la gestión del agendamiento de citas, un gran problema que tienen estos centros. Ahora, a través del software, un alumno puede agendar directamente una cita, lo que es gestionado por los responsables de cada universidad.
Las principales características del proyecto es que se desarrolló bajo código abierto (con lo cual los distintos actores pueden adaptarlo a sus propios requerimientos); escalable y multidisciplinario, pensando en integrar en fases posteriores a más especialidades; colaborativo, en relación a la posibilidad de compartir datos y aprendizajes entre instituciones; y su carácter de bien público, es decir, destinado a beneficiar a todas las universidades del Estado y sus comunidades.
Promoción de la salud digital
A través de estos hitos y avances, la RSDUE aspira a dar una importante contribución al ecosistema sanitario local, con miras a su transformación digital, un proceso que requiere necesariamente cerrar diversas brechas. La más importante de ellas, el déficit de especialistas disponibles en el mercado local en el escenario actual, pero también en el mediano y largo plazo.
“El convenio está constituido para que las universidades puedan tener una experiencia, para sus estudiantes y docentes, que sea beneficiosa para su formación en salud digital. Por medio de los prototipos que se desarrollan junto a la Red, las distintas comunidades universitarias, en diversas facultades, pueden tener una aproximación práctica en torno a desarrollos innovadores, en este caso, la terminología de fármacos, lo que es fundamental para prescribir medicamentos de forma estandarizad, más segura para los pacientes y con menor cantidad de errores”, señaló Roberto Campos.
Pese a la urgencia de este desafío, las casas de estudio públicas evidencian un nivel inicial en su madurez para formar a los profesionales y técnicos capaces de implementar y gestionar nuevas tecnologías en el sector, según un diagnóstico de base formulado por la Red. En este contexto, su misión es ayudar a que los planteles locales avancen a la resolución estructural de esta brecha, optimizando los programas de pregrado y postgrado, así como también impulsando acciones a nivel interno que se integren a los procesos de formación.
Para la directora regional de Vidal Vademecum, Olivia Quiroga, la colaboración que sellaron con las universidades locales podría tener importantes réditos futuros para la estandarización de procesos relacionados con los medicamentos, que actualmente forma parte de las brechas en la interoperabilidad del sistema sanitario local. “Queremos ayudar a que las cosas funciones mejor, entendiendo que es una forma de educar y cumplir nuestras visión y misión: para aumentar el número de personas que pueden vivir más tiempo y con más salud”.
Fuente: https://www.uoh.cl/universidad-de-ohiggins-accedera-a-base-de-datos-de-farmacos-para-investigacion/